Los aparatos frigoríficos con función de venta directa que se comercialicen en el mercado europeo a partir del 1 de marzo de 2021 deberán llevar la etiqueta energética, independientemente de su fecha de fabricación.

La etiqueta energética debe estar claramente expuesta en cualquier punto de venta, como salas de exposición, ferias, ventas en internet , etc., es decir, en cualquier lugar en el que el potencial comprador pueda tomar en consideración la compra del aparato. Por el contrario, los minoristas de alimentación no están obligados a exhibir la etiqueta energética en sus establecimientos.